11ªJ. Muy cerca de la hazaña

MÉRIDA, 3 ; MORALO, 2 .

Mérida: Manu, José Carlos, Mansilla, Javi Chino, Jonhy (Dani Alonso, 68'), Nico Chietino, Troiteiro, Joaqui, Borja, Cristo (David Camps, 59') y Jesús Perera (Toni, 68').

Moralo: César Carrasco, Edu, Mula, Asiel, Jorge Cano, Viti, Sergio Gómez, Chechu, Yoni, Pintado (Lolo, 82') y Rulo (Luis Delgado, 76').

Árbitro: Morillo Cotano, de la delegación de Almendralejo. Desastrosa actuación, cometiendo errores de bulto para perjudicar más al equipo de Navalmoral. Mostró cartulina amarilla a los locales Manu, Mansilla y David Camps; y a los visitantes César Carrasco, Mula, Asiel, Viti y Yoni.

Goles: 1-0 Troiteiro (18'). 1-1 Yoni (51'). 1-2 Rulo, de penalti (65'). 2-2 David Camps (81'). 3-2 Asiel, en propia puerta (87').

Incidencias: Gran ambiente en las gradas del estadio Romano con alrededor de 3.500 espectadores. Césped en buenas condiciones, aunque algo crecido. Antes del encuentro fueron homenajeadas por parte de la Federación de Peñas del Mérida varias personas veteranas vinculadas con el club emeritense.

Comentario: Cayó con honor, dejando buenas sensaciones, aunque no por ello lo hizo también con mucha pena. El Moralo CP tuvo en sus manos rubricar la sorpresa de ganar remontando a un gran Mérida, segundo clasificado, pero en los últimos minutos perdió. Los verdes han sido los primeros en marcar al conjunto romano en su campo esta temporada y estuvieron muy cerca de ser también los primeros en arrancar algún punto. Con esas buenas sensaciones, aunque no hayan dado puntos en esta jornada, acabó el cuadro de David Salvo tras romper una excelente racha de ocho partidos invicto, con 20 puntos de 24 posibles que le sirven para estar en el sexto puesto en solitario.

El Moralo supo en todo momento qué hacer en un encuentro que planteó largo. No se descompuso cuando estuvo por debajo en el marcador y esperó a tener su fase de juego para agotar sus posibilidades. Estuvo contundente y rápido atrás para intentar crear acciones ofensivas por ambas bandas teniendo enfrente a un rival que estuvo igualmente firme para mover muy bien la pelota y generar espacios. El tanto relativamente tempranero facilitó el juego local, aunque a favor de los verdes estuvo que continuó con su ritmo, equilibrado en sus líneas, en busca de sus oportunidades.

El choque comenzó con dominio del balón por parte del Mérida, intentando dar velocidad a su juego para llegar al portal de César Carrasco. Sólo un desajuste defensivo obligó al guardameta a tener que salir para evitar que Troiteiro rematara solo después de un servicio desde la derecha. Fue el 1-0 y dio la impresión que el encuentro iba a ser plácido para los de Ángel Alcázar. Los locales continuaron controlando el juego sin pasar por apuros en su zagra, pero tampoco sin generar más peligro en ataque.

Un disparo por bajo desde fuera del área de Viti, al que respondió el veterano cancerbero Manu en dos tiempos, fue lo más destacado del conjunto de Navalmoral en los primeros 45 minutos. Los segundos fueron otra cosa. El Moralo se metió en el partido tras un grave error del portero al intentar jugar con un compañero en banda derecha. Yoni, atento, reaccionó bien y pronto para dibujar una perfecta vaselina con la que superar a Manu y anotar el 1-1.

El empate espoleó a los moralos, que comenzaron a sentirse más cómodos sobre el césped para llegar con claridad al área local. Los emeritenses entraron en una fase de nervios en los que estuvieron a merced, y eso lo aprovecharon los de Salvo. Una rápida acción por la derecha que acabó con el cuero en los pies de Yoni, en la izquierda, sirvió para regatear al guardameta y ser trabado por éste por detrás cuando se disponía a marcar. El claro penalti no admitió ninguna duda, como la expulsión a Manu, pero incomprensiblemente el árbitro almendralejense no se equivocó en no expulsarle sino que no quiso hacerlo. La ocasión manifiesta de gol fue tan patente como la zancadilla por detrás, sin balón del portero al delantero. Para más inri, por protestar el guardameta moralo César Carrasco a un asistente tuvo el mismo castigo que quien cometió penalti. Lamentable.

Rulo acertó a engañar a Manu en el lanzamiento desde el punto fatídico y colocó el 1-2 con algo menos de media hora aún por jugar. En las diez jornadas anteriores el Mérida sólo había recibido dos tantos y en este encuentro, en apenas un cuarto de hora, ya recibió otros dos de un Moralo crecido.

Fueron los mejores minutos del equipo de Navalmoral ante un Mérida que se encomendó a sus seguidores para empujarlos sobre la portería visitante. Antes de ello, no obstante, los verdes tuvieron un par de acciones claras para haber sentenciado con un centro chut que se paseó por delante del marco sin encontrar ningún rematador ni nadie que lo despejase, y con una acción de Luis Delgado que no vio a Chechu al lado desmarcado y desaprovechó la ventaja.

Los romanos lo intentaron por todos los medios con más corazón que cabeza, pero fue en una genialidad en la frontal del área cuando David Camps recogió un gran pase interior y marcó el 2-2 ante el júbilo de sus aficionados. Apenas restaban diez minutos para el final y los locales se fueron a por la épica para no perder comba con el líder Extremadura. El Moralo aguantó lo que pudo entonces, pero en una inexistente falta que señaló un asistente acabó su sueño. Asiel, con Mansilla encima, tocó lo justo con la cabeza para introducir el balón en las mallas y poner el definitivo 3-2 en el marcador.

Fue un triste final para un valiente Moralo que pudo cumplir la machada mereciendo con creces puntuar, pero que no pudo frente al empuje y la fuerza del Mérida en el tramo final, apoyado por sus incondicionales, ni tampoco con las decisiones tan calamitosas del colegiado que resultaron decisivas.

El próximo domingo, a partir de las 16:30 horas, el cuadro de Navalmoral recibirá al Hernán Cortés con la intención de corroborar su buen momento y olvidar esta derrota que sólo ha servido, eso sí, para reforzar sus buenas sensaciones dando una buena imagen en un campo muy difícil. Para ello deberá afrontar el duelo como lo viene haciendo hasta ahora, dándole igual el rival.